Llevan varias temporadas siendo las protagonistas. Las uñas se visten con los colores de moda y se convierten en el centro de todas las miradas. Pero eso sí, para presumir de uñas, tienes que cuidarlas. Vamos a intentar ayudarte en este cometido resumiéndote cuáles son sus principales enemigos.
Una dieta pobre en vitamina B, zinc, calcio o ácidos grasos repercute en su aspecto, color y dureza.
Usar las uñas como 'herramientas' -para abrir, raspar, etcétera- es la forma más rápida de romperlas.
Los pulidores de uñas proporcionan un brillo natural y atractivo sin necesidad de esmalte, pero las debilitan considerablemente.
Evita por completo los quitaesmaltes agresivos, y aun así, no los uses más que una vez por semana.
Cuida siempre las cutículas, son el garante de un buen crecimiento.
Las uñas son extremadamente porosas, y pierden humedad cuando se las mantiene largo tiempo sumergidas en agua o se las expone al uso de detergentes agresivos. ¡Intenta evitarlos!
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